miércoles, 5 de septiembre de 2012

Infancia, para ad líbitum .

Recuerdo aquellos tiempos ya pasados,
donde cada sonido era algo por descubrir,
un nuevo misterio las palabras y sus significados,
cuando apenas empezábamos a vivir.

los caballitos con resortes,
eran nuestras más fieles monturas,
nuestras rodillas llenas de cortes
la prueba de la victoria en las batallas más duras.

subiendo unas escaleras aprendimos a leer,
corriendo por el suelo de colores aprendimos a jugar,
¿qué preocupaciones podíamos tener,
si apenas sabíamos hablar?

Pero el baby se cambió por una bata,
y las cosas se dificultaron,
los profesores empezaron a darnos la lata
y nuestras ensoñaciones censuraron.

Hoy la vida es más complicada,
se necesita más que un poco de imaginación
para creer volar como un hada
y mucho esfuerzo para no caer en la tentación

De pensar que esto se acaba, pues aún queda lo mejor.