-muéstrame eso que escondes- El guerrero se miró las manos, pero no había nada en ellas.
-no oculto nada- respondió
-muéstrame eso que escondes-repitió en rey
-no hay nada en mis manos- se las metió entre la armadura- ni en ninguno de los huecos de mis ropas, ni bajo mi casco, así que dime, ¿qué es lo que quieres de mi?
-quiero que me muestres lo que escondes, no en tus manos, ni en los huecos de tus ropas, ni bajo tu casco, ni siquiera ahí lo encontrarás
-entonces, majestad, ¿dónde lo escondo? y lo más importante, ¿el qué?, dígamelo y se lo enseñaré.
- lo que escondes está aquí- dijo señalando a el lado izquierdo de su pecho- lo que buscó es el nombre de tu enamorada, déjame ver quién es, dímelo, no me des detalles sin importancia, sólo enséñamela, derrumba las paredes de la prisión de tu corazón que la aísla del mundo, déjala brillar como la estrella más luminosa y, sobre todo, déjanos ver a todos su belleza a través de tus ojos.
OMG!!..me encantó!!1..que hermoso!!...te sigo..:)..pasate por el mio..pleasenoselodigasanadie.blogspot.com
ResponderEliminarkiss!!!